Con mis amigas, Leah, Kristin, y Brenda (la madre de Kristin), yo fui a la celebración del “Día de los Muertos”. En este evento, nosotras escuchamos a la banda de Maestra Ortiz. También, hicimos las flores del papel de seda. Nos gustamos a hacer estas cosas. Entonces, Leah y yo hablamos con una mujer que vendía sus fotos del México. Ella nos dijo que ella sacó estas fotos cuando ella visitó el país.

                Ella nos dijo sobre sus fotos y describió cómo y dónde ella las sacó. Me gustaron las fotos de las pirámides, la gente, y las flores porque eran muy profundos e interesantes. Nos hablamos sobre los cuadros y ella nos dijo que la gente era muy amistosa, pero también muy pobre. Ella dijo que ella le gustaban las flores en las fotos también y que estas flores eran sus favoritas.

                Entonces, yo le dije que me gustó la viveza de las fotos y que las fotos podían a capturar las esencias de los temas de las fotos. Ella creyó que nosotras éramos amistosas y que entendimos los mensajes de las fotos.

                Esta experiencia era difícil a hacer porque yo no estaba cómoda. Pero, yo creció como una persona porque mis límites fueron extendidos. Ella hablaba rápidamente y fue difícil a entender, pero yo intenté y entendí más que yo creía que yo podía.